Peltogyne purpurea (Nazareno)


por: David Herrera

Descripción 

Peltogyne perpurea es una especie de características físicas que capturan la vista y la admiración en un instante, no solo por su apariencia externa sino también por la belleza y utilidad de su madera púrpura.

Es nativa de America tropical. Se distribuye por Costa Rica, Panamá, Colombia, Brazil y Ecuador. Son árboles sólidos con una arquitectura compacta pero de grandes dimensiones. Son árboles esbeltos con un tronco recto y ancho, que puede llegar a medir hasta 1.5 metros de diámetro y hasta 40 metros de altura. La copa es densa, esférica, como una nube de hojas verde lustroso. Las raíces sobresalen del suelo adosadas al tronco de forma tablar dandole extra estabilidad a los individuos de P. purpurea.

Las hojas son alternas, compuestas, bipinnadas, glabras, con el borde entero y ápice acuminado. Las flores son blancas o rosadas, pequeñas y aromáticas. La corteza es lisa y gris con lenticelas horizontales muy conspicuas. 

La madera es densa, muy densa. Tiene albura de color cafe claro y duramen púrpura, muy llamativo. La madera es altamente codiciada por su color, resistencia y durabilidad. Estas características dan idea de la resistencia y longevidad de individuos de P. purpurea quienes pueden llegar a vivir hasta 400 años.

Notas para su cultivo como bonsai 

P. purpurea es una especie invaluable para diseñar Bonsais debido a características como el verde lustroso de las hojas, los brotes rojo vino-tinto, las raíces superficiales, el carácter y color del tronco y la arquitectura de la copa. Los individuos de P. purpurea son potencialmente muy longevos haciéndolos muy atractivos para hacer arte de largo aliento.

P. purpurea se reproduce por semilla. La germinación es generalmente alta (~80%), dependiendo de las condiciones de siembra y la calidad de la semilla. Las semillas deben siembre en arena y a pleno sol para obtener los mejores resultados. Las semillas germinan rápido, las plantas comienzan a emerger luego de 5 días de haberse plantado. Otras alternativas de reproducción no han sido bien documentadas. Algunos ensayos personales de reproducción por esquejes no han sido exitosos. Los acodos podrían ser una alternativa que aún no se ha evaluado.

Las plántulas crecen lento, entre 20 cm por año en altura y 0.3 cm por año en diámetro. Crecen mejor a plena exposición solar y en suelos bien drenados. El riego debe ser constante, son sensibles al estrés hídrico. En ambientes muy secos su desarrollo es muy lento. Requieren fertilización constante, rica en nitrógeno y micronutrients.  

Puede podarse en cualquier momento del año, siempre y cuando las plantas estén saludables. Las podas drásticas funcionan, pero no son muy recomendables. Las plantas rebrotan dos o tres meristems por debajo de punto de corte, por lo que es mas recomendable pinzarlos para estimular ramificación. Sin embargo, pinzarlos constantemente puede debilitar el árbol y siempre es bueno limitar el pinzado y las podas para permitir que el árbol recupere su energía. Luego de la poda las hojas pueden tardar entre una o dos semanas en salir de nuevo. No es recomendable defoliarlo completamente, pues la recuperación es muy lenta y no trae beneficios obvios. Los cortes y heridas cicatrizan muy bien y la dureza y los taninos de la madera son muy buena protección contra hongos e insectos. 

Las ramas son zigzagueantes, con mucho movimiento. Crecen insertadas en el tronco a unos 45 grados, pero son flexibles y pueden doblarse fácilmente. Sin embargo, son tercas y tienen muy buena memoria. Fijar una nueva posición toma mucho tiempo y multiples cambio de alambre. El alambre debe cambiarse cada que comience a herir la corteza, dejarlo reduce significativamente el desarrollo de la rama. Es recomendable usar tensores incluso en ramas jóvenes. Los tensores presentan menos riesgo de herir la corteza y pueden dejarse más tiempo sosteniendo la rama en la posición deseada.  

La copa tiene una densidad media o alta, dependiendo de la temporada de crecimiento. Los árboles P. purpurea son semidesciduos y pierden el 60% de las hojas naturalmente en la época seca del año o cuando están bajo estrés hídrico. Cuando la humedad es constante y el suelo tiene buen drenaje la copa es densa y es recomendable defoliar parcialmente algunas ramas para dejar entrar luz a las hojas internas. 

Tiene raíces superficiales que pueden trabajarse para obtener un llamativo nebari. Las raíces crecen muy lento y por tanto cambiar maceta de forma frecuente no es necesario.  En mi experiencia la poda de raíces no afecta significativamente el crecimiento del árbol. 

Este pequeño árbol de P. Purpúrea que he trabajado desde hace 8 años me ha enseñado de paciencia y persistencia, de observación y a prestar más atención a pequeńos detalle. 

Foto 1. Nazareno exhibiendo en rojo sus nuevas hojas luego de una poda de formación.
foto 2. Detalle de las nuevas hojas y del crecimiento en zigzag de las nuevas ramas
Foto 3. Un ángulo diferente. Aquí el nebari puede apreciarse mejor.

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