Calliandra magdalenae (Carbonero)


por: David Herrera

Descripción

Calliandra magdalenae es una especie de árbol o arbusto originaria de América tropical y el Caribe. Son árboles pequeños, crecen entre 3 y 5 metros. Tienen troncos múltiples y copa aparasolada, siempre verde, simétrica y muy densa. 

Las hojas son compuestas, alternas y dísticas. Es decir crecen en un solo plano a cada lado del tronco. Los foliolos se cierran cuando oscurece y se vuelven a abrir en la mañana. Las flores son una globosa aglomeración de estambres blancos en la base y rosados o rojos hacia desde la mitad, de corta vida, pero presentes durante todo el año. La corteza es gris y rugosa.

La madera es blanca, poco densa, no muy llamativa o útil. Esta especie se ha utilizado como ornamental por sus flores.

Notas para su cultivo como bonsai

Calliandra es un genero con muchas especies de árboles y arbustos relativamente populares en el arte del bonsai. Sin embargo, las características y forma de cultivo de estas especies no están muy bien documentas. A continuación describo algunas de las características y forma de cultivo para Calliandra magdalenae. Este árbol tiende a confundirse con Calliandra surinamensis pero se diferencian en la cantidad de pares de folíolos: 8 a 10 para C. surinamensis y 9 a 17 para C. magdalenae.

Estos árboles crecen mejor a pleno sol, pero toleran sombra parcial. Prefieren temperaturas cálidas, 24˚ C en promedio. El crecimiento es rápido. Nos son muy exigentes en suelo, pero no toleran encharcamientos ni estrés hídrico muy prolongado. Tampoco son muy exigentes con el fertilizante, una proporción adecuada de nitrogeno-potacio-fosforo y micronutrients mantendrá estas plantas creciendo rápido y produciendo flores. Para incrementar la producción de flores se puede incremental la proporción de potasio. Disminución en la disponibilidad de agua también estimula la producción de botones florales. 

Obtener uno de estos árboles es fácil. Las semillas tienen una alta tasa de germinación. Los esquejes y acodos también tienen una alta tasa de éxito.

Son árboles muy resistentes a las intervenciones. Resisten muy bien la poda. Después de podar las yemas rebrotan en un par de días. Generalmente los rebrotes son ramas muy largas y vigorosas, hay que podarlas regularmente para mantener la forma. 

Las ramas son generalmente rectas, largas y perpendiculares al tronco. Son flexibles y fáciles de alambrar. Ademas fijan la posición muy rápidamente. Hay que cuidar que el alambre no hiera la corteza, debido al rápido crecimiento de las plantas.

Pueden replantarse cada dos o tres años. Toleran bien la poda de raíces, puede removerse hasta un tercio de la biomasa radical. 

Estos árboles son muy susceptibles a ácaros, palomilla, y orugas. Remover constantemente los insectos es recomendable para mantenerlos saludables.

No se ha publicado información sobre el lapso vital de estos árboles. Dadas sus características de crecimiento no deben ser árboles muy longevos, entre 50 y 60 años puede ser un buen estimado. A pesar de no trascender generaciones, pueden ser compañeros muy inspiradores por largo tiempo en nuestras vidas.

Carbonero, 3 años

Carbonero, 6 años, luego de una poda de formación

Mismo carbonero anterior, recuperado un par de meses después de la poda.

Carbonero, 4 años, estilo cascada.

Flor del carbonero

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