Hamelia patens (Hamelia)

David Herrera

Las Hamelias son arboles pequeños que alcanzan hasta 5 metros de alto y 20 cm de diámetro. Son nativos de America tropical y subtropical: desde Mexico hasta Argentina. Son usados como ornamento en jardines y zonas verdes por el intenso color naranja de sus flores y los cambios estacionales en el color de las hojas. También se han reportado algunas propiedades medicinales de sus hojas y corteza.

Estos árboles tienen generalmente un solo tronco. Multiples ramificaciones y una copa amplia y globosa. El tronco es generalmente recto y las ramas se insertan en él en un ángulo agudo en relación al zenit. Las ramas son alargadas y rectas y ramifican en verticilos de a tres. La corteza es grisácea con multiples protuberancias y lenticelas muy conspicuas. Las hojas son simples, verticiladas: tres hojas por cada nudo, con margen entero, y con peciolo y venación un poco anaranjada. Las flores son tubulares y anaranjadas que se disponen de forma terminal en gajos o cimos.

Notas para su cultivo como Bonsai

Las hamelias tienen todas las características necesarias para hacer bonsais fabulosos: Tienen una corteza con carácter fuerte, una ramificación intensa, hojas pequeñas con colores muy llamativos y flores pequeñas de color anaranjado muy conspicuo.

La reproducción por semilla es fácil, con alto porcentaje de germinación. Igualmente, esquejes y acodos funcionan muy bien para esta especie.

El crecimiento y desarrollo es rápido. Las hamelias crecen muy bien tanto en plena exposición solar como en semi-sombra. Son bastante exigentes en fertilizante: crecen y se desarrollan mejor con fertilizantes ricos en nitrógeno y fósforo. Usar fertilizantes con adiciones de azufre, boro y calcio retrasan el desarrollo de las plantas, es mejor elegir fertilizantes sin estos micronutrientes.

Las hamelias aguantan muy bien la poda, tienen brotación abundante y vigorosa lo que permite generar copas voluminosas y ramificadas. Las ramas salen de a tres por nudo. El pinzado constante disminuye notoriamente el tamaño de la hoja en poco tiempo. Las heridas cierran y cicatrizan muy bien. 

Las ramas solo son flexibles cuando jóvenes, una vez maduran un poco y se vuelven leñosas son muy quebradizas y es necesario usar raffia o algún tipo de venda cada vez que se vayan a doblar or dirigir una rama. Por esto, el alambrado debe hacerse de forma cuidadosa.

Estos árboles son deciduous y tienen un patron estacional: Pierden las hojas en la temporada seca o cuando la disponibilidad de agua es baja. Estos árboles son super resistentes a la sequía o falta de agua, por eso es recomendable no mantener el suelo muy húmedo por largo tiempo.  Las hojas se tornan anaranjadas y rojas antes de caer. 

Las raises son abundantes y superficiales. Prefieren suelos bien drenados. toleran muy bien la poda, es posible cortar hasta un 60% de raíces sin poner en peligro a un árbol sano. Tienen poca tolerancia al encharcamiento, por lo que alta intensidad de riego genera rápidamente pudrición en las raíces. 

Dadas sus características de rápido crecimiento y densidad intermedia de la madera su longevidad no debe ser muy alta, pero podrían llegar a vivir varias décadas y hasta alguna centena de años si se les cuida bien.

Hamelia patens en plena temporada de crecimiento
Hamelia patens perdiendo sus hojas

Tecoma stans (Chirlobirlo)

David Herrera

Los Chirlobirlo o lapacho (Tecoma stans) son árboles pequeños o arbustos que pueden alcanzar 10 metros de alto y 25 cm de diámetro. Son nativos de América y se extienden desde el sur de Estados Unidos hasta el norte de Argentina. Son populares como árboles ornamentales en casi todas las regiones tropicales y subtropicales de América. 

Estos árboles crecen generalmente con multiples troncos. Tienen una copa amplia y globosa que comienza muy cerca de la base del árbol. Los troncos generalmente tienen mucho movimiento y las ramas son alargadas y curvas. La corteza es gris y fisurada. Las hojas son compuestas con foliólos aserrados y lanceados. Las flores crecen en racimos en la parte distal de las ramas, son campanuladas y de color amarillo muy llamativo.   

Notas para su cultivo como Bonsai

Los Chirlobirlo tienen características muy interesantes para trabajar en bonsai como por ejemplo las flores amarillas abundantes y llamativas, y la corteza gris y fisurada. Estos árboles florecen a muy temprana edad (un año o dos) y crecen rápido.

La reproducción por semilla es fácil, con alto porcentaje de germinación. Los árboles fructifican casi todo el año y los frutos tienen abundantes semillas. Igualmente, esquejes y acodos funcionan bien para reproducir esta especie. 

El crecimiento en altura y copa es rápido. El crecimiento en diámetro no es tan prominente, estos arbustos no tienen troncos muy gruesos. Requieren plena exposición solar. No son muy exigentes en fertilizantes, sin embargo abonos ricos con un poco de azufre les sienta bien. 

Estos arboles aguantan muy bien la poda, tienen una brotación abundante y vigorosa (si el individuo esta saludable) lo que permite generar copas abundantes y ramificadas. El pinzado constante disminuye notoriamente el tamaño de la hoja, pero no el de las flores. Las heridas cierran y cicatrizan muy bien.

las ramas son bastante flexibles, lo que facilita el alambrado. Dado el carácter terminal de las flores, las ramas se deben dejar crecer si se quiere ver flores. Pero la poda constante y fertilización rica en fósforo en el periodo de brotación estimulan una floración temprana en ramas cortas. Estos árboles pierden gran parte de las hojas cuando entran en dormancia, durante este periodo no es recomendable podar las ramas y tampoco es recomendable fertilizar.  

Las raises son abundantes y superficiales. Prefieren suelos bien drenados y húmedos. Toleran muy bien la poda, es posible cortar hasta un 60% de raíces sin poner en peligro a un árbol sano. 

Dadas sus características de rápido crecimiento y baja densidad de la madera no deben ser arboles muy longevos pero pueden traer alegría y asombro a nuestras vidas por varias décadas. 

Foto 1: Tecoma stans (chirlobirlo) de 3 años de edad.
fotos 2: chirlobirlo y rosas

Erythrina poeppigiana (Cámbulo)

David Herrera

Descripción

Los cámbulos son árboles gigantes, alcanzan alturas de hasta 35 metros y diámetros de hasta 2 metros. Son originarios del Neotrópico Americano, se distribuyen desde Panamá hasta Perú y Bolivia. Pero se han usado como árbol ornamental en muchas regiones tropicales y subtropicales del mundo. 

Los cámbulos son generalmente espigados, de copa amplia, alta y translúcida. El tronco es recto y las ramas se disponen en ángulos agudos (de menos de 45˚) respecto al eje principal. Estas son generalmente largas y poco ramificadas con brotes cortos en la parte mas distal. La corteza es suave, con un color muy llamativo cafe amarillento. Tiene espinas cónicas en las ramas jóvenes. las hojas son alternas, trifoliadas. cada foliólo tiene una forma ovalado-romboidal. Las flores son muy conspicuas, rojo-anaranjadas brillantes (Foto 1). Se disponen en racimos en la parte distal de las ramas. Estos árboles pierden todas las hojas antes de florecer generalmente hacia el final de la estación seca por lo que la floración es un espectáculo anaranjado.

Estos árboles crecen en zonas húmedas con precipitaciones entre los 1000 y 4000 mm por año. Crecen bien en temperaturas entre los 22 y 24 ˚C pero sobreviven a temperaturas que van desde los 16 hasta los 36˚C. No toleran inundaciones ni encharcamientos, pero no son muy exigente en suelos. 

Notas para su cultivo como Bonsai

Los cámbulos tienen muchas características valiosas para cultivar como bonsais. Particularmente me gusta mucho la forma y color de las hojas (Foto 2), el color y la textura de la corteza, lo espigado de su tronco, la arquitectura poco definida y lo translúcido de su copa, y por supuesto la viva, brillante, efímera y anaranjada floración (Foto 1). Sin embargo, obtener floración en un bonsai de cámbulo parece difícil. Esto probablemente por la floración en racimos terminales, en la parte distal de las ramas, que se ve impedida por algunas practicas de diseño como poda o pinzado. Desarrollar esta especie como un Bonsai tradicional no es fácil y se requiere hacer ciertas concesiones que ya explicare mas abajo, es una negociación constante.

La reproducción es fácil. Las semillas tienen alto porcentaje de germinación (80% mas o menos). También enraízan muy bien los esquejes y los acodos. 

El crecimiento es muy rápido tanto en altura como en diámetro. Crecen mejor a plena exposición, pero aguantan sombra parcial. El suelo debe ser bien drenado, son particularmente susceptibles a encharcamientos. No son exigentes en Fertilización. 

La copa es bastante cambiante y es difícil mantener una forma específica. Las ramas mueren frecuentemente y nuevos brotes emergen de la parte alta del tronco principal. Las ramas bajas son muy difíciles de mantener vivas. Sin embargo, aguantan muy bien la poda, produciendo multiples brotes en la parte distal de la rama. Para lograr una ramificación abundante y reducir el tamaño de la hoja es recomendable pinzar constantemente desde el punto donde se quiera comenzar a ramificar la rama. Esto también contribuye a evitar hacer cortes en ramas leñosas y a mejorar la cicatrización de las heridas. Heridas muy grandes y en tejidos leñosos no cicatrizan bien y se pudren rápido, permitiendo el ingreso de patógenos al árbol. Es altamente recomendable usar pasta cicatrizante cada vez que se haga una herida en un tejido leñoso.

Las ramas son recatas y dispuestas en ángulos muy agudos respecto al tronco principal. Alambrarlas para dar movimiento es posible pero hay que tener cuidado. Las ramas son quebradizas y la corteza tiende a desprenderse fácilmente, causando la muerte de la rama. Es recomendable usar tensores cada que sea posible para orientar las ramas en una posición mas perpendicular al eje principal y proteger la integrated de las ramas usando algún tipo de venda.   

Las raíces son abundantes y crecen muy rápido. Pero pueden podrirse muy fácil. Hay que tener mucho cuidado con el riego. El exceso de agua trae problemas de hongos, y la falta de agua causa que pierda las hojas y comience a secar ramas muy rápido. Tiene raíces superficiales con las que se pueden desarrollar nebaris muy interesantes. Tolera muy bien la poda de raíces, se puede cortar hasta el 60% de las raíces sin afectar la salud del árbol, siempre y cuando esté saludable. Se recomienda trasplantar cada 2 o 3 años para mantener un crecimiento constante o cada 5 o 6 años si se quiere reducir la tasa de crecimiento y mantener una estructura mas o menos constante. 

En comparación con otras especies no son muy longevos, pueden vivir entre 60 y 100 años. Sin embargo son casi tan longevos como nosotros y pueden ofrecer una compañía por mucho tiempo. Imagine cuántas historias podría contarle un cámbulo en 60 años si lo cuida bien.

P.D: Si alguien tiene fotos de esta belleza florecida como bonsai, agradecería mucho si comparten consejos conmigo!

Foto 2: disposición y forma de las hojas

Calliandra magdalenae (Carbonero)

por: David Herrera

Descripción

Calliandra magdalenae es una especie de árbol o arbusto originaria de América tropical y el Caribe. Son árboles pequeños, crecen entre 3 y 5 metros. Tienen troncos múltiples y copa aparasolada, siempre verde, simétrica y muy densa. 

Las hojas son compuestas, alternas y dísticas. Es decir crecen en un solo plano a cada lado del tronco. Los foliolos se cierran cuando oscurece y se vuelven a abrir en la mañana. Las flores son una globosa aglomeración de estambres blancos en la base y rosados o rojos hacia desde la mitad, de corta vida, pero presentes durante todo el año. La corteza es gris y rugosa.

La madera es blanca, poco densa, no muy llamativa o útil. Esta especie se ha utilizado como ornamental por sus flores.

Notas para su cultivo como bonsai

Calliandra es un genero con muchas especies de árboles y arbustos relativamente populares en el arte del bonsai. Sin embargo, las características y forma de cultivo de estas especies no están muy bien documentas. A continuación describo algunas de las características y forma de cultivo para Calliandra magdalenae. Este árbol tiende a confundirse con Calliandra surinamensis pero se diferencian en la cantidad de pares de folíolos: 8 a 10 para C. surinamensis y 9 a 17 para C. magdalenae.

Estos árboles crecen mejor a pleno sol, pero toleran sombra parcial. Prefieren temperaturas cálidas, 24˚ C en promedio. El crecimiento es rápido. Nos son muy exigentes en suelo, pero no toleran encharcamientos ni estrés hídrico muy prolongado. Tampoco son muy exigentes con el fertilizante, una proporción adecuada de nitrogeno-potacio-fosforo y micronutrients mantendrá estas plantas creciendo rápido y produciendo flores. Para incrementar la producción de flores se puede incremental la proporción de potasio. Disminución en la disponibilidad de agua también estimula la producción de botones florales. 

Obtener uno de estos árboles es fácil. Las semillas tienen una alta tasa de germinación. Los esquejes y acodos también tienen una alta tasa de éxito.

Son árboles muy resistentes a las intervenciones. Resisten muy bien la poda. Después de podar las yemas rebrotan en un par de días. Generalmente los rebrotes son ramas muy largas y vigorosas, hay que podarlas regularmente para mantener la forma. 

Las ramas son generalmente rectas, largas y perpendiculares al tronco. Son flexibles y fáciles de alambrar. Ademas fijan la posición muy rápidamente. Hay que cuidar que el alambre no hiera la corteza, debido al rápido crecimiento de las plantas.

Pueden replantarse cada dos o tres años. Toleran bien la poda de raíces, puede removerse hasta un tercio de la biomasa radical. 

Estos árboles son muy susceptibles a ácaros, palomilla, y orugas. Remover constantemente los insectos es recomendable para mantenerlos saludables.

No se ha publicado información sobre el lapso vital de estos árboles. Dadas sus características de crecimiento no deben ser árboles muy longevos, entre 50 y 60 años puede ser un buen estimado. A pesar de no trascender generaciones, pueden ser compañeros muy inspiradores por largo tiempo en nuestras vidas.

Carbonero, 3 años

Carbonero, 6 años, luego de una poda de formación

Mismo carbonero anterior, recuperado un par de meses después de la poda.

Carbonero, 4 años, estilo cascada.

Flor del carbonero

Peltogyne purpurea (Nazareno)

Peltogyne bonsai (nazareno)

por: David Herrera

Descripción 

Peltogyne perpurea es una especie de características físicas que capturan la vista y la admiración en un instante, no solo por su apariencia externa sino también por la belleza y utilidad de su madera púrpura.

Es nativa de America tropical. Se distribuye por Costa Rica, Panamá, Colombia, Brazil y Ecuador. Son árboles sólidos con una arquitectura compacta pero de grandes dimensiones. Son árboles esbeltos con un tronco recto y ancho, que puede llegar a medir hasta 1.5 metros de diámetro y hasta 40 metros de altura. La copa es densa, esférica, como una nube de hojas verde lustroso. Las raíces sobresalen del suelo adosadas al tronco de forma tablar dandole extra estabilidad a los individuos de P. purpurea.

Las hojas son alternas, compuestas, bipinnadas, glabras, con el borde entero y ápice acuminado. Las flores son blancas o rosadas, pequeñas y aromáticas. La corteza es lisa y gris con lenticelas horizontales muy conspicuas. 

La madera es densa, muy densa. Tiene albura de color cafe claro y duramen púrpura, muy llamativo. La madera es altamente codiciada por su color, resistencia y durabilidad. Estas características dan idea de la resistencia y longevidad de individuos de P. purpurea quienes pueden llegar a vivir hasta 400 años.

Notas para su cultivo como bonsai 

P. purpurea es una especie invaluable para diseñar Bonsais debido a características como el verde lustroso de las hojas, los brotes rojo vino-tinto, las raíces superficiales, el carácter y color del tronco y la arquitectura de la copa. Los individuos de P. purpurea son potencialmente muy longevos haciéndolos muy atractivos para hacer arte de largo aliento.

P. purpurea se reproduce por semilla. La germinación es generalmente alta (~80%), dependiendo de las condiciones de siembra y la calidad de la semilla. Las semillas deben siembre en arena y a pleno sol para obtener los mejores resultados. Las semillas germinan rápido, las plantas comienzan a emerger luego de 5 días de haberse plantado. Otras alternativas de reproducción no han sido bien documentadas. Algunos ensayos personales de reproducción por esquejes no han sido exitosos. Los acodos podrían ser una alternativa que aún no se ha evaluado.

Las plántulas crecen lento, entre 20 cm por año en altura y 0.3 cm por año en diámetro. Crecen mejor a plena exposición solar y en suelos bien drenados. El riego debe ser constante, son sensibles al estrés hídrico. En ambientes muy secos su desarrollo es muy lento. Requieren fertilización constante, rica en nitrógeno y micronutrients.  

Puede podarse en cualquier momento del año, siempre y cuando las plantas estén saludables. Las podas drásticas funcionan, pero no son muy recomendables. Las plantas rebrotan dos o tres meristems por debajo de punto de corte, por lo que es mas recomendable pinzarlos para estimular ramificación. Sin embargo, pinzarlos constantemente puede debilitar el árbol y siempre es bueno limitar el pinzado y las podas para permitir que el árbol recupere su energía. Luego de la poda las hojas pueden tardar entre una o dos semanas en salir de nuevo. No es recomendable defoliarlo completamente, pues la recuperación es muy lenta y no trae beneficios obvios. Los cortes y heridas cicatrizan muy bien y la dureza y los taninos de la madera son muy buena protección contra hongos e insectos. 

Las ramas son zigzagueantes, con mucho movimiento. Crecen insertadas en el tronco a unos 45 grados, pero son flexibles y pueden doblarse fácilmente. Sin embargo, son tercas y tienen muy buena memoria. Fijar una nueva posición toma mucho tiempo y multiples cambio de alambre. El alambre debe cambiarse cada que comience a herir la corteza, dejarlo reduce significativamente el desarrollo de la rama. Es recomendable usar tensores incluso en ramas jóvenes. Los tensores presentan menos riesgo de herir la corteza y pueden dejarse más tiempo sosteniendo la rama en la posición deseada.  

La copa tiene una densidad media o alta, dependiendo de la temporada de crecimiento. Los árboles P. purpurea son semidesciduos y pierden el 60% de las hojas naturalmente en la época seca del año o cuando están bajo estrés hídrico. Cuando la humedad es constante y el suelo tiene buen drenaje la copa es densa y es recomendable defoliar parcialmente algunas ramas para dejar entrar luz a las hojas internas. 

Tiene raíces superficiales que pueden trabajarse para obtener un llamativo nebari. Las raíces crecen muy lento y por tanto cambiar maceta de forma frecuente no es necesario.  En mi experiencia la poda de raíces no afecta significativamente el crecimiento del árbol. 

Este pequeño árbol de P. Purpúrea que he trabajado desde hace 8 años me ha enseñado de paciencia y persistencia, de observación y a prestar más atención a pequeńos detalle. 

Foto 1. Nazareno exhibiendo en rojo sus nuevas hojas luego de una poda de formación.
foto 2. Detalle de las nuevas hojas y del crecimiento en zigzag de las nuevas ramas
Foto 3. Un ángulo diferente. Aquí el nebari puede apreciarse mejor.

Cariniana pyriformis (abarco)

Cariniana pyriformis (abarco)

Descripción

Cariniana pyriformis o abarco es una especie nativa de Colombia y Venezuela que crece entre los 0 y los 1500 msnm. Su arquitectura consiste en un tronco recto y fuerte que puede llegar a medir hasta 3 metros de diámetro y crecer hasta 50 metros de altura, verdaderos gigantes. Las ramas crecen perpendiculares al tronco principal, ligeramente inclinadas hacia arriba y de forma espiralada. Las ramas principales generalmente son largas y gruesas y la copa generalmente aparasolada formando cúmulos redondeados.

Las hojas son simples, alternas, con borde aserrado, dísticas y pequeñas. Son de color verde intenso muy lustroso. Las flores son blancas amarillentas dispuestas en panículas terminales no muy conspicuas. La corteza es lisa y de color gris cuando joven, se torna marrón oscuro y agrietada con muchas fibras cuando maduro.

La madera es muy densa, dura y resistente. La albura es pálida pero el duramen es marrón rojizo. La madera es usualmente usada en construcción como elemento estructural y decorativo.

Notas para su cultivo como bonsai

Además de la importancia económica de este árbol para algunas comunidades que viven de su madera, C. pyriformis  ofrece características estéticas que alimentan la vista, lo hace muy buen candidato para realizar bonsai, generar arte y aprender de su forma de vida.

El abarco se reproduce fácilmente por semilla. La germinación puede ser de hasta el 60% y ocurre después de dos semanas de la siembra. Las estacas con ramas leñosas no son exitosas. Los acodos a ramas gruesas son exitosos pero pueden tardar hasta dos años para enraizar. Sin embargo es una alternativa para obtener bonsais con un tronco desarrollado y buena forma en relativamente poco tiempo.

Las plántulas de abarco crecen relativamente lento (0.8cm por año). Deben ubicarse a plena exposición solar y tener sustrato bien drenado. No son muy exigentes en fertilización, una mayor dosis en la fertilización no tiene efectos notables en el crecimiento.

Puede podase en cualquier momento del año, siempre y cuando las plantas estén saludables. Las podas drásticas funcionan bien, las plantas rebrotan y restauran la copa rápidamente. Luego de la poda la brotación es rápida, tarda dos o tres días en producir nuevos brotes foliares en casi toda la rama. Esto facilita elegir las ramas que se quieren promover y eliminar los brotes que no se desean para tener el patrón de ramificación deseado. Dada la disposición dística de los meristemas axiales se puede estratificar la copa y generar superficies con facilidad. Generalmente luego de la poda los dos meristemas mas cercanos al corte mueren. La cicatrización de las heridas es relativamente rápida y completa.

Las ramas son bastante rectas, largas y perpendiculares al tronco. Sin embargo, son flexibles y pueden modelarse bien. Un problema frecuente es la autopoda. Conforme la planta crecen en altura las ramas bajas se secan y caen dejando una cicatriz grande en el tronco que cierra en corto tiempo.

La copa tiene una densidad media-alta. Durante la brotación, la densidad de la copa es alta y hay que defoliar rápidamente si se quiere preservar las ramas bajas e interna. El árbol pierde hojas conforme madura la copa haciéndola más translucida. En árboles maduros la defoliación no es necesaria.

Las raíces son profundas y crecen muy lento. Cada que se cambie de matera es conveniente minimizar la cantidad de raíces que se podan, y esta actividad no debe hacerse de forma muy frecuente, cada 8 o 10 años puede ser una frecuencia adecuada.

Las plantas de C. pyriformes son relativamente resistentes a plagas y enfermedades. Son normalmente atacadas por ácaros y áfidos, pero las infecciones no llegan a ser muy altas.

Estos son árboles longevos que pueden vivir hasta 200 años, pero rumores existen de que pueden llegar a vivir hasta 1000.

Foto 1: Cariniana pyriformis (abarco), 8 años de viejo. El árbol esta en temporada de defoliación. Se puede ver el color amarillo en las hojas que va a dejar caer. Característica que le da un carácter cambiante y adaptativo a estos individuos fascinantes.
Foto 2: Otro ángulo del mismo abarco. Aquí puede verse como debido a la autopoda una rama importante se perdió dejando una cicatriz en el tronco principal y una descompensación en la copa.
Foto 3: Crecimiento vigoroso. Se puede apreciar la densidad de la copa justo antes de realizar podas o de que el árbol comience a perder las hojas.
Foto 4: poda drástica. Dos días después de la poda los brotes foliares comienzan a salir en todas las ramas y en casi todos los meristemas axiales.
Foto 5: Pequeño abarco resultado de un acodo aéreo. Estos acodos tardan años en enraizar, una lección de paciencia que me enseño este pequeño.

Hymenaea courbaril L. (algarrobo)

Descripción

Hymenaea courbaril L. o algarrobo (como es conocido en Colombia) es una especie que ofrece una llamativa arquitectura acompañada de peculiares detalles que resaltan su fuerte carácter y belleza. Cuando maduros los arboles de algarrobo son imponentes con mucho movimiento y tenacidad, siempre pareciendo ser indestructibles.

Tiene hojas bifoliadas y alternas.  Al brotar las hojas son protegidas por un par de estípulas que caen rápidamente. Los foliolos son lanceolados con una suave curvatura que los enfrenta y una terminación apical aguda. Las hojas son glabras y lustrosas de márgenes enteros y con pequeñas glándulas. También poseen venas prominente y peciolos cortos.

Los árboles de algarrobo son gigantes: pueden alcanzar hasta 50 m de altura y 2 m de diámetro. La corteza es suave, lisa y grisácea. La copa generalmente es alta, circular, amplia y muy densa, con ramas fuertes, gruesas, largas y curvas terminando en pequeñas y delgadas ramificaciones.

Notas para su cultivo como bonsai

H. courbaril se reproduce fácilmente por semilla. El porcentaje de germinación es alrededor del 60%. La reproducción por esquejes es muy difícil. Personalmente no he tenido éxito alguno. Reproducirlo por acodo no he ensayado y tampoco he encontrado ninguna información al respecto. Acodar debe ser posible pero tal vez requiera mucho tiempo para enraizar.

Las plántulas de H. courbaril crecen y se desarrollan rápido en suelos bien aireados y bien drenados. Esta especie no tolera encharcamiento o condiciones de alta humedad. Las plántulas pueden alcanzar hasta 2 cm de diámetro y una ramificación abundante en solo dos años. Sin embargo para obtener este desarrollo hay que mantener una fertilización constante rica en nitrógeno, calcio y potasio.

La poda puede realizarse en cualquier momento del año. En general se puede podar drásticamente sin amenazar la supervivencia del árbol. La brotación tarda varias semanas luego de podar. Probablemente la alta densidad de la madera no permite una remobilización rápida de los carbohidratos almacenados. La poda puede hacerse hasta algunos milímetros cerca del meristema axial (punto de crecimiento foliar) al que se vaya a reducir la rama sin arriesgar la supervivencia de este meristema. Esto permite una poda limpia y pocas cicatrices de podas en las ramas. Las heridas que ocasiona la poda cicatrizan muy bien y el nuevo crecimiento cierra rápidamente la herida.

Las ramas crecen en ondulaciones zigzagueantes. Son bastante flexibles, pueden alambrarse y modelarse fácilmente. Hay que considerar el tipo de alambre que se usa, las ramas son fuertes y requieren alambres de alto calibre para mantener la posición deseada. Las ramas tienen muy buena memoria y fijar una posición especifica tarda tiempo y varios cambios de alambre. A veces solo es necesario aplicar algunos tensores para direccionar las ramas y dejar que el movimiento natural de ellas le dé forma al árbol.

Dada la densidad de la copa las ramas bajas o internas tienden a morir con el tiempo. Esta especie autopoda las ramas improductivas con facilidad. Hay que prestar atención a que todas las ramas reciban suficiente luz para que el árbol no las descarte. La defoliación parcial de las ramas mas externas para abrir un poco la copa ayuda a mantener las ramas internas que queremos. 

La raíces son superficiales. Generalmente algunas raíces asoman a la superficie y esto da carácter al árbol. Estos árboles  no resisten muy bien la poda de raíces. Hay que ser cuidadosos cuando se intervienen raíces, se puede comprometer la vida del árbol fácilmente. En cualquier caso, cuando se cortan raíces el crecimiento se ve severamente reducido y hay que tener paciencia con la recuperación.

Los arboles de H. courbaril son semicaducifolios, lo que significa que pierden parcialmente las hojas durante la época ma seca y cálida del año. Esta característica le da diversidad estética a estos árboles. Cuando las hojas están a punto de caer se tornan de color amarillo oscuro. La defoliación no es sincrónica, por tanto la coloración amarilla de la copa es bastante sutil, profunda y delicada. Esta característica, junto con otras características anatómicas de la madera, le confieren a esta especie alta resistencia a la sequía.

H. courbaril es resistente a plagas y enfermedades. Sin embargo hay que tener cuidado con hongos que aparecen cuando hay exceso de humedad causando pudrición de raíces y amenazando la supervivencia del árbol. Cuando esto sucede los árboles comienzan a exudar azúcares por las pequeñas glándulas que tienen en la hojas. Trasplantar a suelos mejor drenados es necesario cuando esto pasa, pero hay que tener mucho cuidado con no estropear las raíces existentes.  

Si se cuida bien se puede tener un árbol por varias generaciones. En condiciones naturales se han registrado árboles de esta especie de mas de 300 años. La madera densa de esta especie le proporciona resistencia,  estabilidad e integridad por largo tiempo.

Foto 1: Algarrobo (H.courbaril) de 5 años, 70 cm de alto, 110 de ancho de copa y 3.5cm de diámetro. El arbolito esta comenzando a perder las hojas y puede notarse como algunas se están tornando amarillas para luego caer.
Foto 2: Algarrobo (H. courbaril) luego de podar y alambrar. La foto deja ver cómo el crecimiento de sus ramas zigzagueantes le da movimiento natural a las ramas.
Foto 2: Algarrobo (H. courbaril) luego de podar y alambrar. La foto deja ver cómo el crecimiento de sus ramas zigzagueantes le da movimiento natural a las ramas.
Foto 3: Arbol de algarrobo de 3 años. Algunas semanas después de una poda drástica los meristemas que permanecen en la rama comienzan a brotar vigorosamente.
Foto 4: Algarrobo variegado (H. courbaril). Algunas plántulas de esta especie tienen esta mutación que hace que parte de sus hojas sean de color blanco. Estos árboles son de crecimiento muy lento y muy sensibles a cambios ambientales.

Caesalpinia ebano

por: David Herrera Ramírez 

Caesalpinia ebano, conocido como ebano, granadillo, morado o tanamé, es originario del Caribe Colombiano y crece desde los 0 hasta los 1500 metros de altitud. Ostenta la categoría de especie en peligro (EN).

Es un árbol mediano que algunas veces supera los 18 m de alto y 40 cm de diámetro, cuando crece a plena exposición solar y libre de competencia por recursos. Su copa es aparasolada y el follaje translúcido. La corteza es moteada en tonos verdes, grises y cafés pálido, los tonos verdes se acentúan cuando se encuentra desprovisto de hojas.  Las hojas son alternas, dísticas y bipinnadas; los foliolos elípticos miden cerca de 1 cm de largo. Las flores son pequeñas, poco conspicuas, amarillas con pintas rojas y se disponen en racimos axilares. Los frutos son legumbres cortas, engrosadas de 6 a 8 cm de largo y de color negro.

Esta especie es caducifolia, pierde las hojas dos veces al año. Se adapta bien a altitudes un poco superiores a los 1500 metros. El crecimiento es medio y se cree son muy longevos, aún no se tiene registro del lapso vital promedio de la especie.

La madera del duramen es de color negro y la albura clara, es dura y pesada por lo que se usa en la elaboración de artesanías. También se ha usado la especie como ornamental en zonas urbanas. En sistemas de silvopastoreo se usa para darle sombra al ganado y proveer nitrógeno al suelo.

Notas para su cultivo como bonsái

Su copa naturalmente aparasolada y tronco de carácter fuerte con un veteado verde, café y gris,  su resistencia a fuertes intervenciones, plagas y enfermedades, y su versatilidad para crecer en diferentes ambientes,  le confieren a esta especie características invaluables para su uso como bonsái.

Puede cultivarse fácilmente desde semilla. La especie presenta crecimiento acelerado durante los primeros años de vida, pero los arboles deben ser provistos de abundante agua y fertilización constante rica en nitrógeno y fósforo. También puede obtenerse de acodos a ramas gruesas. Los acodos enraízan rápido, en dos o tres meses comienzan a observarse raíces en el acodo.

Ramifica rápidamente y desde diferentes varios meristemas laterales. Las ramas jóvenes son moderadamente flexibles, resisten muy bien ser alambradas y dobladas. Cuando se alambran ramas gruesas es aconsejable usar raffia o alguna cinta para proteger la corteza, estas ramas pueden quebrarse fácilmente. Es posible reducir el tamaño de la hoja en poco tiempo aplicando técnicas de pinzado y poco riego cuando las hojas se están formando. Cuando pierde las hojas, éstas se tornan amarillas antes de caer, y luego brotan de color rojizo vino-tinto hasta que maduran y adquieren su color verde claro característico. Pierde las hojas dos veces al año, y el momento óptimo de poda es cuando los brotes foliares apenas se asoman.

El sistema radicular es fuerte y abundante. Las raíces son gruesas y rígidas, pero resisten bien la poda. Debe colocarse en un lugar donde reciba sol directo casi todo el día, no es muy tolerante a la sombra. En lugares con poca incidencia del sol directo sus hojas tienden a ser más grandes y su crecimiento más lento. Necesita abundante agua y fertilización intensiva para obtener crecimiento vigoroso. Fertilizar mesualmente con fertilizante de liberación lenta funciona bien. Además, es resistente a plagas y enfermedades, por lo que no es muy exigente en cuidados fitosanitarios.

A continuación presento algunas fotos que documentan el proceso con un par de ejemplares:

Ejemplar 1

Shohin Ebano
Foto1: pequeño ebano

La foto 1, del pequeño ebano, fue tomada seis meses después de su germinación. Las semillas fueron colectadas de uno de los pocos árboles maduros de esta especie que hay en la ciudad de Medellín. Cuando se sembraron las semillas, en mayo del 2013, las plántulas comenzaron a emerger 15 días después. Luego de un mes en el germinador, fue trasplantado a una vasija de barro relativamente pequeña.  Una poda drástica le había sido practicada 15 días antes de tomar la foto y en esta se observan los pequeños rebrotes que serán sus futuras ramas. Ver un pequeño árbol crecer y desarrollarse transmite calidez y tranquilidad. Los instantes que compartes con él en su desarrollo permiten poner tus pensamientos en orden y calmar tus emociones.

Shohin Ebano: marzo 2014
Foto 2: Shohin Ebano, marzo 2014

La foto 2 fue tomada en marzo 2014, para esta fecha el árbol tenía 11 meses. Los brotes, que se identifican bien en la foto 1, crecieron libres durante 5 meses. Luego, se le realizó una poda de reducción de la copa y se alambraron todas las ramas, proporcionándole la forma inclinada al árbol. Luego de 8 días comenzó a rebrotar de nuevo. Las líneas que dibujan sus ramas inspiran nobleza y versatilidad.

Ejemplar 2

Ebano, 4 años, 40mm de diámetro y 45 cm de alto
Foto 3: Ebano, 4 años, 40mm de diámetro y 45 cm de alto

El ébano que se aprecia en la foto 3 lo colecté en el vivero municipal de la ciudad de Medellín. Ha sido sometido a un par de podas aéreas y radicales. Este árbol pierde las hojas en marzo y octubre.  Cuando lo hace llena de color el jardín por unos fugases 2 o 3 días. Sus hojas amarillas ocre cayendo por la fuerza del viento llenan de inspiración y sonrisas esas pocas mañanas.

Corteza
Foto 4: Corteza

La corteza se desprende en vetas produciendo una combinación de colores verdes, cafés y grises (Foto 4). Cuando comienzan a rebrotar las hojas el tallo comienza a tornarse verde, luego la corteza madura y se torna café oscura y gris. Finalmente cuando vuelve a perder las hojas comienza a perder la corteza de a poco dejando al descubierto las vetas cafés claro. Es un espectáculo apreciar todo su proceso metamórfico.

Ebano: marzo 2014
Foto 5: Ebano, marzo 2014

En marzo de 2014 se le aplicó una poda de formación y se le alambraron las ramas remanentes para conferirle una copa aparasolada (Foto5). Esta intervención se le realizó luego de que hubiera perdido todas sus hojas y los brotes comenzaran a insinuarse. Se busca lograr una buena estructura ramificada que permita obtener una copa aparasolada y translúcida.

Algunas fotos extra:

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Ebano de 6 años, dos años después de las intervenciones apreciadas en las fotos anteriores
Las hojas jóvenes del Ebano tienen un color entre amarillo ocre y rojizo que es realmente exquisito
Periodo de defoliación. Las hojas se tornan amarillo intenso antes de caer, la sincronía del evento denota la fuerza de la estación seca
Ebano completamente defoliado. Estos árboles pierden las hojas completamente por 3 o 4 días durante la estación seca. Un momento perfecto para alambrar y podar ramas con claridad.